domingo, 16 de abril de 2017

¿Porqué Olson Harris?



- El día que tengamos una agencia la vamos a llamar Olson Harris
- ¿Porqué?
- Porque en cada capítulo de Mad Men siento que Joan y Peggy somos nosotras
- ¿Y cuál es cuál?
- No sé, depende día.



Vimos siete temporadas de una serie riendo con un chiste que, tal vez, solo nos causaba gracia a nosotras. Había algo de esos personajes que nos sugería que, en cada mujer que decidiese dedicarse a un oficio tradicional de hombres, hay una Peggy o una Joan. Nos divertía mucho ver como en la historia ellas operaban en las sombras, de forma silenciosa, y avanzaban sin que nadie las perciba. Sus jefes y compañeros las ignoraban o las utilizaban, de acuerdo a la necesidad del momento, sin notar que ellas, poco a poco, se quedarían con todo. Mad Men es una serie de culto para quienes trabajamos en publicidad y transcurre en la década del 60. Hace unos años, cuando nosotras vimos esta historia, pensamos que vivir de nuestra profesión en la época de nuestras abuelas hubiese sido utópico. Pero, a la vez, veíamos como los personajes femeninos de esta ficción, muchas veces, tenían obstáculos similares a los que una mujer puede tener hoy.

Durante mucho tiempo, en distintos períodos de decepción laboral, el emprendimiento propio fue un sueño casi sin conexión con la realidad. Desde el 2008, cuando nos conocimos en la universidad, sabíamos que era posible, pero solo en la teoría. Los años jugaron al rompecabezas y fueron dejando piezas por el camino que, de una manera u otra, se unieron a nuestro favor. En 2015, después de tiempos de proyectos artísticos y altruistas, comenzamos a trabajar en equipo. Las sospechas de “esto es un sí” se confirmaron en la práctica. Sin darnos cuenta, un día de verano de 2016, nos acordamos que la agencia ya tenía nombre desde mucho antes del inicio. Entonces el 23 de abril de ese año le contamos a todos que existíamos de verdad, nos presentamos en sociedad y, desde allí hasta acá, pasó un año que vale por miles.

En nuestra vida profesional gozamos de muchos beneficios que las sufridas Joan y Peggy nunca tuvieron. Estudiamos, trabajamos en organizaciones muy prestigiosas, tuvimos muchos logros y nos seguimos capacitando. Sin embargo, por alguna razón elegimos sus apellidos para nuestra identidad de marca. Será que final del cuento, todo esto se trata sobre la libertad. Esa lucha de dos secretarias que quisieron tener lo mismo que un hombre y esta idea de elegir como, cuando y donde trabajar, no eran tan diferentes. Porque poder elegir significa ser libre y, sin ese sentimiento, nada de este esfuerzo tendría sentido. Pasaron los días y los meses y, con la agencia en funcionamiento, y hubo otro momento bisagra. Alguien dijo la ley de que nos guía hasta hoy: Olson Harris es ese lugar en el que hacemos lo que nos hace feliz.

Gracias por estar con nosotras los primeros 365 días.