#HaceloPosible es un espacio de
autogestión que propone la evolución proyectos propios pero, también, hacer la
vida más fácil. En los capítulos 1 y 2 ya contamos cómo surgió esta idea, el
nombre y cómo nos sentimos muches durante el inicio de un emprendimiento.
Freelancers, monotributistas y productores independientes somos, aún hoy, los
outsiders de la sociedad. Incluso cuando desde todos los sectores surgen
discursos pro emprende, la realidad es muy dura y diferente. Las ciudades, los
sistemas impositivos, las dinámicas familiares y hasta los horarios sociales no
están preparados y no contemplan el trabajo autónomo. Esto genera angustia y
desazón en nuestra comunidad, incluso, a veces, ganas de abandona todo
1 - Interactuar con otres emprendedores: Existen grupos de todo tipo, virtuales y presenciales y también foros en los cuales se puede conversar sobre este y otros temas. Desde mi punto de vista, la mejor forma de mitigar la sensación de incomprensión es con pertenencia. Sumarse a espacios de pares es la idea más certera que puedo aportar para empezar a salir del círculo. Pero, además, según mi experiencia son los espacios en donde circulan más oportunidades. Incluso hay muchas posibilidades que no están en la superficie, sino que hay que surgen de a poquito. Alianzas, negocios, intercambios y hasta grandes amistades surgen todos los días en los grupos. Los más populares los podés encontrar en Facebook, LinkedIn y también pedirles a colegas que te sumen en WhatsApp y Telegram.
2 - Escribir: Así nació #HaceloPosible y
así suelo solucionar muchos dilemas de mi vida autogestionada. No es necesario
escribir para publicar, tal vez solo a modo de diario personal. La palabra
escrita es la forma de lenguaje más eficiente que tenemos los seres humanos y,
por lo tanto, la más útil para salir de las crisis. La escritura es una gran
terapia y, además, sirve para organizar ideas... El secreto está en la
relectura, un tiempo después con más calma después de la tormenta. Podes llevar
un diario en papel, un block digital o hacer notitas y dejarlas a la vista. El
sistema que mejor te funcione siempre será perfecto.
3 - Actividades divertidas y relajantes: Leopoldo Marechal decía que de un laberinto se sale por arriba. Nadie puede resolver un problema si su mente se encuentra 24x7 en el mismo punto de conflicto. Todas las cabezas necesitan descansar. Sí, también descansar de la familia, las parejas y el entorno en general. Para tomar buenas decisiones hay que disponer de salud mental y, para eso, se necesita ocio, esparcimiento y risas. Dale descanso a esa máquina que no para de solucionar imposibles y que, es muy probable, se haya estancado. Hacé cosas que te gusten porque para eso también está buena la autogestión.
4 - Terapia: Cortito y al pie. Elegir une terapeuta con mirada de género es la mejor elección para construir un emprendimiento y hasta una vida de autogestión. Esto es así porque la vida de los emprendedores no es ni lineal ni tradicional, entonces vas a necesitar puntos de vista lo menos conservadores posible. Abrite a nuevas miradas, pero apoyate en la contención psicológica porque, como dije al principio y repetiré por siempre, las fórmulas mágicas no existen.
Ahora que repasamos los 4 pilares intentá pensar tu próxima semana con tiempos para este cuarteto poderosos. Momentos para intercambiar con otres que están en la misma, actividades piolas que te hacen feliz, unos ratitos para bajar ideas por escrito y ayuda profesional para tu salud mental ¿Suena bien, ¿no? Sin dudas que sí… 😉
Después me contas
Fernanda Santágata