Tal vez una de las ediciones más emotivas e inspiradoras de #HaceloPosible
que, de alguna manera, será un álbum de época para el futuro. Recompilamos 6 historias
de resiliencia, amor por la auto gestión y fuerza emprendedora. Entrevistamos a
6 profesionales freelance y productores independientes cuyas actividades fueron
declaradas no esenciales al inicio de la cuarentena. Nos contaron como vivieron
este tiempo de pandemia y de que forma reinventaron sus negocios y proyectos.
En el oeste sigue el agite
La industria del arte y del entretenimiento atraviesa la peor crisis
de la historia. Argentina no es la excepción y los espacios de shows en vivo,
además, se enfrentan a la incertidumbre del futuro en la “nueva normalidad”. Auditoriodel oeste es una casa de artistas que, desde el barrio de Haedo, ofrece en un
fin de semana promedio fuente de trabajo a casi 100 personas por noche. Con tres
escenarios y performances 360 asistían, por ocio y diversión, hasta mil
personas un viernes o sábado. Recitales, shows de teatro y stand up, ferias cannábicas,
eventos de videojuegos, festivales para niños y niñas y mucho más en el clásico
del oeste se vieron interrumpidos. Desde el 20 de marzo pasado tras el anuncio
del aislamiento preventivo social obligatorio el auditorio cerró sus puertas,
pero, luego, volvió renovado. Leo Yazurlo, el responsable del AO, tuvo una idea
hacia el inicio del confinamiento. Así fue que se convirtió a este espacio
cultural en un mercado agroecológico lo cual hace mucho sentido con el espíritu
del lugar. Así cuenta Leo como vive un empresario del show en vivo la
cuarentena en el conurbano del Gran Buenos Aires: “La pandemia me agarró
vibrando hacia arriba, un buen estado, no me volteó anímicamente y estoy más optimista
que nunca. Económicamente estoy devastado, vendí una camioneta para pagar impuestos.
Yo creo que la pandemia vino a mostrarnos muchas cosas, debemos darnos cuenta que
hoy es tiempo de no mirar para otro lado y reflexionar sobre lo mal que estamos
haciendo las cosas. Por eso convertimos el auditorio en un marcado con puestos,
la gente puede comprar desde pan con masa madre que ayuda a reformar el sistema
inmunológico hasta cosmética natural. Nosotros estamos yendo a ver huertas,
ellos le ponen amor a la tierra y hacen productos con energía sin proceso de
industrialización. Nuestro propósito es contribuir para mejorar la calidad de
vida”. Los sábados de 10 a 17 hs en Rivadavia 17230, Haedo, se puede encontrar
la nueva propuesta agroecológica del Auditorio. Mientras llamada “Mercado Buen
Corazón”. Desde allí, los productores y productoras organizan un nuevo sitio
web para ofrecer sus mercaderías y esperan el regreso de la música en vivo.
Color para sentirnos mejor
Mara Alejandra Simoes Cardoso hace más de 20 años que trabaja en
el rubro estética. Posee matrícula profesional y desde hace mucho tiempo
invierte en su negocio propio. Su
currículum personal incluye manicuría, corte, color, peinado y depilación. En
2019 inauguró un local que se encuentra en el barrio de Versalles, en la calle
Lisboa altura 541. Su clientela, como sucede con frecuencia en el rubro, está
muy fidelizada. Al inicio de la cuarentena Mara se encontraba cumpliendo un
sueño: Un bello spa en un barrio. Pacha, como le dicen sus amigos, se define como
emprendedora y dice “No me gustan ni las corporaciones ni los grandes salones,
siempre quise ser independiente”, por eso su comercio anexo a su domicilio le dedica
muchísimas horas en refacciones y mejoras edilicias. Como tantos otros emprendedores,
el confinamiento tuvo sus etapas y así cuenta esta comerciante porteña el proceso
personal que vivió desde el 20 de marzo hasta hoy: “Mi actividad fue
considerada no esencial por el contacto directo con los clientes. Mi actitud
fue cambiando a lo largo de la cuarentena. Ya desde el inicio de la pandemia,
antes del decreto, tomé medidas de higiene para el ingreso al local y comencé a
dar turnos más espaciados. Cuando el aislamiento fue obligatorio decidí informarme
y ahí llegó el miedo, incluso pánico. Nos recluimos con mi familia, cumplimos el
protocolo sanitario a rajatabla. Durante los meses de marzo y abril invertí el
tiempo en leer muchísimo, historias de pandemias de otras épocas, antecedentes
de antiguos virus y mucho sobre el dióxido de cloro. Formé mi propio criterio mucho
más allá de lo que decía la prensa y tomé algunas decisiones. Desde hace meses
estoy con tareas de albañilería y pintura que hago yo misma para adaptar el
local. No trabajo sola, hay personal que realiza manos, podología, masajes,
otras estilistas. Con el paso del tiempo, y sin poder trabajar, se me ocurrió
utilizar las fichas de las clientas para darles un servicio de coloración en
cuarentena. La gente que se atiende conmigo es muy exigente, personas que se
quieren ver muy pero muy bien y no usan productos de perfumería estándar. Entonces
les ofrecí armar yo misma en su propio envase la mezcla personal de cada una
que tengo agendada en mi archivo. El sistema es sencillo, combinamos cuando vienen,
me dan el recipiente y yo les entrego la preparación lista para aplicar. Además,
les grabé un video tutorial de auto coloración y lo subí a las redes de mi
emprendimiento. Lo pensé como una acción que también sirve para su auto estima
y sentirse mejor. Hoy pienso que fue demasiado tiempo y una cuarentena exagerada.
Con los cuidados correspondientes alcanza y sobra para trabajar. Muy pronto
volveremos a abrir las puertas”. El 29 de Julio Mara Alejandra Centro de EstéticaUnisex volverá a abrir sus puertas y los protocolos correspondientes
La salud mental es una actividad esencial
Sabrina Agüera es licenciada en psicología y forma parte de un
servicio público que trabaja con niños, niñas, adolescentes y familias que
atraviesan situaciones de vulnerabilidad. Su especialización indica violencia
familiar, violencia de género y situaciones negligencia, maltrato y/o abuso
sexual. Esta carta de presentación resulta muy contradictoria con la decisión
gubernamental de considerar a la psicología como una actividad no esencial, sin
embargó, así fue indicado en el decreto de marzo. Sabrina además atiende en
consultorios particulares de la localidad bonaerense de Hurlingham y Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. Allí ve cada semana a pacientes con distintas
problemáticas, en su mayoría con situaciones vinculadas a temáticas de género. Así
cuenta como vivió una profesional de la salud mental el aislamiento en Buenos Aires:
“Cuando empezó la cuarentena estaba trabajando, hasta una hora antes atendí
pacientes. Esta situación me agarró algo desprevenida y desorganizada, requirió
algo de esfuerzo reorganizarme. En un primer momento, no tenía un plan de
trabajo delineado y creí que serían solo `15 días`, podía esperar. La
cuarentena comenzó a prolongarse y, rápidamente, fue necesario reorganizarme.
El teléfono y la computadora se volvieron herramientas fundamentales. El
intercambio con colegas, las reuniones de equipo mediante videollamada se
volvieron esenciales. El Servicio Público para el cual trabajo si fue
considerado esencial y hubo que adaptarse como se pudo con los escasos recursos
con lo que se cuentan y poniendo mucho de lo personal en juego. En el
consultorio particular fue otra la situación. Fue surgiendo la atención como
demanda de lxs mismxs pacientes, por la angustia y la ansiedad que genera la
incertidumbre que atravesamos. La necesidad de volver a atender derivó en la
manera virtual y lo cierto es que es una vez que le enganché la mano, me gustó.
En lo personal, esto no fue inconveniente, la mayoría de mis pacientes cuentan
con medios y recursos para adaptarse. Muchxs viven en zonas muy alejadas por lo
cual, pensar la exposición del transporte público, resulta una complicación
mayor. Pero soy consciente de que esa no es la realidad de todxs los pacientes
y no aplica a todxs las situaciones. Creo que la salud mental y la atención
psicológica deben ser consideradas como actividades esenciales y que no se la
toma con la seriedad que se debería. Hoy digo que extraño el consultorio, lo
presencial, claro, pero también le encontré el gusto a la virtualidad. De hecho,
para resolver cuestiones de horarios y viajes, creo que lo incorporaré como una
herramienta habitual”. La licenciada Sabrina Agüera continúa en actividad, incluso brinda
turnos a nuevas y nuevos pacientes que, debido a las consecuencias de la
pandemia, sienten que es buen momento para iniciar un tratamiento.
Zoom en movimiento
María Fernanda Oregioni y Adrián Gaddi son instructores de Pilates
Reformer desde el año 2012. Además, Adrián está dedicado a la enseñanza del
deporte y la Educación física desde el año 1995. Hace 10 años dieron el gran
paso del estudio propio ubicado en la calle Moreno altura 1755 en el barrio de
Congreso. Desde allí dan clases de Pilates de manera regular y también cursos
para formación de nuevos profesores. En el mes de marzo se encontraban en plena
temporada de trabajo, con la gran mayoría de alumnas y alumnos ya de regreso del
descanso de verano. Fernanda y Adrián, así recuerdan como fue la noticia de la
cuarentena y como esto cambió drásticamente sus vidas laborales: “Marzo es un
mes en el cual nuestra actividad se reactiva luego de las vacaciones. Era un
momento bueno y el plan para este año consistía en hacer crecer el estudio.
Teníamos en mente más clases y preparamos un curso que se hubiese realizado a
mitad de año. Trabajamos hasta el 20 de marzo, cuando todo cambió. Tuvimos que
cerrar y ahí, comenzaron varias etapas. Primero sentimos una aprobación por la
medida, después llegó la impotencia por no poder desarrollar nuestro trabajo, lo
cual hubiese sido posible con los cuidados adecuados. Luego experimentamos una
suerte de resignación y, por último, un estado de incertidumbre. Como la cuarentena
se prolongaba decidimos intentar adaptar la actividad desde casa. Ofrecimos
clases de pilates Mat (Un estilo similar al Reformer que no incluye la cama). La
idea fue mantener el contacto con nuestros alumnos pero, sobre todo, para que
ellos sigan en movimiento. Hoy es muy importante la hacer ejercicio y estar
bien para sobrellevar esta etapa lo mejor posible. Está comprobado que la
actividad física mejora el sistema inmunológico, levanta las defensas y genera
endorfinas para sentirnos mejor. Armamos un sistema casero: Adrián da las
clases frente a la cámara y yo (Fernanda) hago todo lo que respecta a soporte técnico.
Utilizamos la plataforma zoom, cada alumno además está en contacto en la semana
y puede hacer consultas o escribirnos para lo que sea. Verlos a la distancia y
seguir en contacto con ellos y ellas nos reconforta y da esperanzas de que
pronto nos volveremos a encontrar...”. Lunes, miércoles y viernes, a las 19:30
hs puntual, más de 30 personas mejoran su calidad de vida con Adrián y
Fernanda. Luego en Pilates Congreso, en Instagram, llegan los videítos, fotos, comentarios, chistes
y aliento conjunto entre todos y todas.
En aislamiento… ¡Hay bardo!
Martín Mattano tiene 29 años y una marca propia de ropa orientada
al rock. Pasó por muchos rubros de trabajo y estudió varias profesiones que lo
llevaron hasta su proyecto actual. En Rock & Roll Street, una línea de
prendas de rock trabajan cortadores, costureras, diseñadores gráficos y más. Según
Martín “La tienda on line me llevó a jugar un poco más en serio, hoy estamos en
transición, ya no estampo yo en persona, hoy delego porque la idea es crecer”. Durante
la cuarentena surgieron muchos problemas, entre ellos poca oferta textil y
dificultades con los proveedores. Cuando se inició el aislamiento, Tincho y sus
colaboradores tenían varias cosas en la cabeza: “Dos semanas antes del 20 de
marzo habíamos conseguido las llaves para abrir el showroom. Compramos percheros
y rollos de tela para producir, pero a los 15 días se decretó el confinamiento.
Al lugar no le pudimos sacar ningún rédito, pero bajo ningún punto de vista
consideramos la opción de tirar la toalla. Ahí empezamos a laburar fuerte e ir
a lo seguro. Nosotros ya sabemos cuales son los productos que más funcionan y
aplicamos ese criterio a nivel gustos e intereses del público. Reconozco que
tuvimos que poner mucho para no salir a flote. Mi rubro fue declarado no esencial
y eso fue un golpe durísimo a pesar que entendía que era coherente, una medida
necesaria y me cerraba por todos lados. La verdad es que no veía la luz al
final del tunal. Resulta que hace 5 años estudio acciones y no tengo tiempo para
aplicarlas. El hecho de estar en casa quieto me ayudó a bajar todo. Antes de la
cuarentena me tomaba el tren para hacer entregas de Morón a Flores, de Flores a
Ramos y eso no me permitía actualizar la tienda o comenzar algo nuevo para la marca.
Esto me permitió modernizar nuestro comercio on line, me adapté fuerte, de un
día para el otro. Así surgió la iniciativa de descuentos fuertes que llamamos #HayBardo
y que ya hicimos dos ediciones. La primera fue hace dos meses, en mayo, cuando
reclutamos emprendedores de un servidor de tiendas on line. Les propusimos
hacer algo juntos, creamos un grupo de Whatssap paralelo y empezamos a amar un
evento virtual con este hashtag. En la segunda edición ya éramos casi 50 marcas
que nos autodenominamos los `barderos`. Por ahí en dos meses más somos
100 y esperamos que en un par de año esto llegue a nivel nacional. La propuesta
es formar parte de la comunidad, sumarse a los eventos por fechas, ofrecer
descuentos reales y fuertes y traccionar a través del hashtag a los seguidores.
Así se amplía el público y armamos nuestra propia agenda de ventas por fuera de
las grandes corporaciones. Ya estamos trabajando con la página web para reunir
a las marcas y también nos damos clases entre nosotros de nuestras habilidades.
Super productivo, estamos todos contentos y pateando todos para el mismo lado”.
Ya en fase 3, Rock & Roll Street
continúa en plena producción de prendas rockeras, realiza envíos a través de la
tienda virtual y se prepara para un próximo y muy potente #HayBardo.
Vivir de la música, incluso en cuarentena.
Diego Martín Yeims es cantante, tecladista y
compositor. Hace 12 años trabaja y vive de la música en fiestas de adultos en
salones y familias. Además, en cada evento anima, conduce y brinda un set de
DJ. Desde hace mucho, Diego invierte en algo que en Argentina más que un sueño
suena a utopía como lo es sostener una economía personal a fuerza de arte. Por eso
tiene una logística que incluye equipos, software y mucha circulación de difusión
personal para un rubro en el cual la recomendación es clave. Con una capacidad
de resiliencia sorprendente, Diego hoy continúa trabajando desde su domicilio. Tal
vez por esto, ante la pregunta por el inicio de la cuarentena responde “Ya no
me acuerdo… ¡Fue hace tanto tiempo! Al principio lo tomé como unas vacaciones. Luego me
preocupé mucho y empecé a planificar nuevos proyectos.
Pensaba una idea y la
descartaba, no me convencía nada, entré en crisis, económica y personal, me
costó poner manos a la obra, pero lo hice y de a poco vamos saliendo adelante”.
Mientras imagina como será volver algún día algo lejano a la forma presencial con
“fiestones para diez personas”, el músico cuenta sobre sus dos nuevos proyectos:
“Desde la cuarentena estoy trabajando en dos emprendimientos nuevos. Dos
ideas-semilla que brotaron y están creciendo. En “Regalos
musicales” hago canciones personalizadas, para dedicar a los seres
queridos junto con un video. Ahí estoy juntando varias cosas que siempre me
gustaron: Componer o adaptar una canción, cantar, grabar, y editar videos. Y
ayudo a la gente a expresar su amor de una manera diferente, como un abrazo
musical a la distancia. Estoy muy entusiasmado con esta propuesta: La gente se
emociona, se divierte, me dan un feedback buenísimo. La otra propuesta es “Feliz
Zoomple”, donde hago una animación musical para fiestas por zoom, con
adivinanzas musicales, y hago cantar y bailar a la gente en sus casas. Básicamente
son dos maneras de ayudar a que la gente se sienta cerca de los suyos, a pesar
de la distancia. Cuando la cosa se vaya liberando voy a promover la posibilidad
de hacer pequeñas fiestas en casas de familia, que están buenísimas, pero mucha
gente no sabe que se puede hacer un fiestón con 10 personas en un living, con
show de música en vivo, canto grupal, baile, e incluso DJ. Cuando volvamos a la normalidad voy a seguir con
“Regalos musicales”. Es algo que se puede hacer inclusive para personas de
otros países. El otro día le mandaron un video-canción a una Argentina que vive
en Brasil, imaginate la emoción. Ahora, además, estoy ensayando y grabando canciones
propias y ajenas, canciones que no son en absoluto adecuadas para las fiestas,
pero antes no tenía tiempo de ensayarlas. Hace poco compartí en mis redes “Rezo
por vos” del flaco Spinetta y Charly”. Para que la fiesta continúe siempre a
pesar de todo, como el amor sagrado de la canción, se pueden contratar regalos
musicales y zoomples.
Fernanda Santágata