Durante más de tres décadas Fontanarrosa demostró que el lenguaje, y su proceso infinito, es capaz de atravesar todas las acciones sociales con gracia e inteligencia. Se convirtió en un referente del género humor y llevó de la mano a los adorados Inodoro Pereyra y Boogie El Aceitoso.
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Habló de amor, de amistad, del barrio, del fútbol, de crecer en RosarioLos y, sobre todo, ser río con todos. El destino quiso que su genialidad se apague 24 horas antes del día del amigo, casi como si su última voluntad fuese extender el festejo y el brindis. Hace una década, la imagen inevitable fue "La mesa de los galanes" con una silla vacía.
Hoy elegimos recordarlo en su memorable participación en el Congreso de La lengua del año 2004, oportunidad en que el negro nos recordaba porque necesitamos (¡Y mucho!) a las malas palabras.
Gracias Negro, hoy nos tomaremos un cafecito entre amigas en tu honor...
Fernanda Santágata