viernes, 12 de junio de 2020

Vida freelance: Especializarse en cuarentena

En tiempos de pandemia muchos emprendedores y empendedoras aprovechan el tiempo en casa para mejorar su portfolio de aptitudes. En la actualidad hay una sobre oferta de cursos gratuitos a distancia que, a priori, pueden parecer un festín de capacitaciones en continuado. Sin embargo, hay cuestiones importantes a tener en cuenta en plena crisis. El aislamiento incluye una sensación de vulnerabilidad y distintas fragilidades emocionales o zonas de conflictos. Todos y todas, freelancers incluidos, estamos en una etapa difícil mientras la crisis se profundiza y la incertidumbre avanza. En este sentido, conviene tomar nota de lo que indican los especialistas de la salud mental: Evitar la sobre información. Es por eso que desde #HaceloPosible incentivamos la capacitación en cuarentena y, de hecho, ofrecimos hace muy poco un amplio listado de opciones con gran repercusión. En cambio hoy invitamos a reflexionar sobre nuestro tiempo de instrucción y asesoramiento mientras el confinamiento se desarrolla sin fecha de vencimiento. Elaboramos algunos tips para evaluar y considerar en la intimidad antes de tomar la decisión de inscribirnos en cursos y talleres, ya sean gratuitos o pagos:

-         - Evaluar los tiempos: Este consejo apunta a no asumir que porque estamos en cuarentena tenemos todo el tiempo del mundo. En cada casa surgieron necesidades nuevas y muchos y muchas tenemos nuevos desafíos. Todo esto conlleva mucho tiempo y las capacitaciones, por muy dinámicas que sean, tienen también su carga horaria. Hacer el cálculo de las horas que requieren con anticipación evitará una frustración innecesaria en tiempos tan sensibles. Si la propuesta no brinda esa información de ante mano bien se puede consultar. Cualquier profe valorará la honestidad y responsabilidad de evitar un compromiso si no es viable. 





-         - Chequear si es funcional a los objetivos: Nos encontramos en una etapa de emergencia mundial. Aún cuando la situación propia no sea tan apremiante como la de la mayoría, no se puede desconocer esta coyuntura. Esta máxima incluye todas las decisiones, inclusive las actividades educativas. En antiguas publicaciones hablamos de la planificación estratégica, una forma de organizar mentalmente un proyecto personal y profesional. Hoy es un buen momento para revisar, y porque no volver a realizar el ejercicio, deesta planificación estratégica en tres pasos. El tiempo puertas adentro y el encuentro con nosotros mismos es una gran instancia de auto evaluación y ordenamiento de los objetivos. Este análisis llevará solo a la conclusión de cuales son los cursos y los talleres necesarios en este momento de la vida.

-        -  Evitar la sobre exigencia: Muy poca gente podrá superar el 100% de sus objetivos en este año 2020, menos aún mientras esté vigente el distanciamiento social obligatorio. Es bueno pensar que, es probable, que algo quede afuera. Comprender la magnitud de la situación y bajar, aunque sea un poco, la intensidad de las expectativas. No se trata de resignación, sino de salud mental. Desde este espacio alentamos e incentivamos hacia el avance y la producción, pero sobre pasar los propios límites solo llevará a disparar la angustia. La palabra clave es realismo, mirarse al espejo y poder hacer el cruce de variables entre lo que puedo, lo que debo y lo que necesito. Por último, y no menos importante, de aquí en más celebrar cada pequeño logro y auto recompensarse. 

-         - Preferir el mix teoría y práctica: Nos encontramos todos y todas sobre saturados de teconología y expuestos a pantallas y conexiones por demás. En este contexto, si un curso ofrece la posibilidad de aplicar los conocimientos en hechos reales que den cuenta de la aplicación de esos conocimientos, todo será mucho más productivo. Si esos nuevos saberes, además, tienen un anclaje por fuera de la conexión, será maravilloso. También resulta interesante que una capacitación agregue valor humano, con nuevos contactos y redes de colegas con quienes interactuar en tan difíciles momentos. Tal vez suene un poco cursi, pero no quedarnos solos en la tormenta es lo único que nos puede salvar. 

     Fernanda Santágata