En tiempos que corren los emprendedores se convierten en los
agentes de producción más dúctiles y flexibles ante la crisis. Mientas que la irrupción
de situaciones de quiebre en la sección economía de los medios alteran la tranquilidad
de empresas de mayor porte, los pequeños productores resisten. Sea por su
capacidad de adaptación a los cambios o por su posibilidad y facilidad de viraje
en el camino, los micro emprendimientos y los profesionales freelance no se
detienen ante la adversidad. El consejo profesional es SIEMPRE invertir aún en
los momentos de incertidumbre. Es sabido que las crisis son cíclicas y que,
pasada la ola negativa, gana el que esté mejor plantado. Quien se preparó en la
tormenta ganará durante la salida del sol. Cada nuevo periodo representa nuevas
necesidades, por lo tanto, la mejor opción es continuar el progreso del trabajo
y la producción. Esto quiere decir, hacer uso de la creatividad. La innovación es
el arma con la que cuentan los emprendedores en cada etapa de dificultad.
Durante esta semana mucha angustia e inseguridad se instaló
en la comunidad emprendedora. Las noticias financieras nublaron, por lo menos
de modo momentáneo, las planificaciones y las estrategias de pequeños
productores. A pesar de esto, sigue el buen tiempo para avanzar, pues siempre
lo es. El primer paso es no permitir que el miedo paralice las decisiones. Siempre
habrá instancias de dificultad y aun así el proceso de producción tiene que
continuar. Así como en el mundo de los artistas “el show debe seguir”, para los
emprendedores las malas noticias son música para nuestros oídos. No se trata de
ser optimistas necios o negadores, pero si hay que comprender que nunca
existirá una coyuntura ideal para el emprendimiento. No es casual que, en
Argentina, la mayor parte de la economía sea motorizada por pequeñas y medianas
empresas, quienes alguna vez también fueron recién iniciados en el mundo de los
negocios.
Dos ejemplos que constatan que la crisis puede ser una buena
amiga de los emprendedores. Quienes ofreces servicios deben estar más atentos
que nunca en instancias como las actuales. Muchas organizaciones recurren a un
cambio de proveedor, tal vez por búsqueda de mejores costos, justo cuando se
impone un ajuste. Lo mismo sucede con los fabricantes de productos y
manufacturas. Los recortes presupuestarios inclinan a los compradores a virar
de las grandes marcas a objetos de diseño alternativo. La conocida y trillada frase
“crisis igual a oportunidad” se traduce en postales claras y comprobables de la
vida real.
Solemos decir que ser emprendedor es mucho más que un estado
o fase de trabajo sino un modo de vivir, una forma diferente de generar el
sustento por fuera de modo tradicional. La vida en emprendimiento incluya la transición
y transformación permanente. Quienes elegimos esta forma de ser y hacer siempre
sobrevolaremos las malas noticias.
Fernanda Santágata
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