Pero... ¿Qué es el pensamiento estratégico? Llamamos de esta manera a una forma de elaborar, desarrollar y poner en marcha un plan con un fin específico. Esta planificación tiene objetivos a corto, mediano o largo plazo los cuales quieren ser alcanzados por el emprendedor en la menor cantidad de tiempo posible.. Es la mejor manera de obtener una meta, de formas más eficientes y con menos costos y desgastes durante el proceso de realización.
A continuación, extendemos 8 razones por la cuales el pensamiento estratégico es el mejor amigo de los emprendedores. Por estos 8 motivos vale la pena, ¡Y mucho!, comenzar hoy el uso de esta lista para un proyecto independiente.
1 - Tomar buenas decisiones
No hay decisiones correctas sin un buen análisis del escenario competitivo. Si no se conoce el mercado no se puede elegir como articular un emprendimiento. Tomar decisiones no siempre lleva mucho tiempo, a veces es más importante la concentración y la información que el periodo de meditación que se le aplique.
2 - Predecir resultados
Se trata, ni más ni menos, que de evitar sorpresas desagradables. Cuanto más estratégicas sean las decisiones, menos margen de imponderables existirán. Se trata de reducir al máximo posible los riesgos, aún a conciencia que los mismos existen y pueden surgir y reproducirse a pesar de las medidas preventivas. En un escenario en el que las variables se mueven casi sin control, podemos prever las que que si son plausibles de maniobrar. Estas barreras de contingencia, en un emprendimiento en marcha, son muy valiosas.
3 - Corregir errores
El pensamiento estratégico establece proyecciones. Este modelo de razonamiento, que nos permite ir de atrás hacia adelante, indica un recorrido. Ese trayecto demuestra y comprueba si ese objetivo final que está en curso va por la vía correcta o si alguno de los eslabones de la cadena necesita modificación. Es una excelente forma de replantear y cambiar procesos si el análisis comprueba que se requiere una intervención.
4 - Optimizar procesos
La clave está en el tiempo. En el mundo hiperconectado y tecnologizado de hoy, gana el que invierte menos tiempo en producir más y mejor. La estrategia conlleva mejorar las formas y esto desemboca en ahorrar tiempo. Nada en la actualidad remite a mayores ganancias que este factor. Incluso, bajar los tiempos de producción habilita a redirigir más horas a la venta y a la inversión.
5 - Derribar barreras
Pensar de modo estratégico acerca al objetivo aún cuando el mismo presenta muchos obstáculos durante el camino. Es una forma de buscar la manera más asertiva de encontrarse con la meta final a pesar de las vayas que tenga el camino. Al final de cuentas, es un gran método para reducir errores y esto, en las relaciones humanas, aumenta la empatía y la sinergia.
6 - Mejorar las herramientas
Invertir en aptitudes o en facilidades de producción es la forma más efectiva de elevar las ganancias. Para eso es importante saber en que invertir, cuando, como y donde. Ninguna de esas decisiones se toman al pasar y todas requieren reflexión y análisis.
7 - Aumentar el volumen de redes
Más y mejores contactos es lo que todos desean. Sentarse y esperar que la agenda se duplique no es lo sugerido. Para multiplicar pares, colegas y potenciales clientes hay que elaborar estrategias de redes. Por donde buscar, a quienes llamar, en qué momento establecer la charla, como seducir y que ofrecer son detalles que requieren mucho pensamiento estratégico.
8 - Ordenar el caos
Por alguna razón el desorden ganó buena prensa, injustificada e incomparable. El orden es amigo de la producción y del surgimiento de las mejores ideas. Trabajar en un ambiente armonioso es óptimo para la salud, el principal capital del emprendedor que se vale de si mismo para su sustento y progreso. No hay ninguna buena razón para desarrollar un emprendimiento en el caos y, la mejor forma de evitarlo, es pensar estrateticamente qué, donde, cuándo y cómo.
Fernanda Santágata
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