viernes, 10 de agosto de 2018

Atravesar la experiencia

Ser emprendedor es dar un paso y luego otro y luego otro y así en continuado. Parece una obviedad y una redundancia, es cierto. Pero no lo es en absoluto. Quienes tienen la suerte de generar su propio camino, con frecuencia, reciben consultas y la pregunta del millón ¿Y vos cómo hiciste? Así nació esta columna hace un año, tal vez un poco más.

Existen tantos estilos de emprendedores como emprendedores mismos. No hay ningún punto de conexión único que se pueda considerar universal. Ninguno, salvo uno: El comienzo. La única forma de comenzar a emprender es con un primer paso, al que seguirán otros y así se hará un camino. Esta afirmación no es, en absoluto, una frase poética. Por el contrario, lo que los emprendedores necesitan es un llamado a la acción. En el camino de la independencia gana el que se mueve y el que produce. Si se tiene en cuenta que la vida del independiente es un constante aprendizaje de errores (De los cuales luego sucederán grandes reparaciones), entonces impulso no debe sufrir demoras.


El conflicto, muchas veces, está en el abismo. Quienes se encuentran tentados de intentar una nueva forma de producción de vida no logran visualizar como será su día a día si hacen la apuesta. Lo más probable es que, incluso con una explicación ajena o con una propia figuración de la situación, nada se parezca a lo esperado. Emprender es vivir una aventura que tiene muchas posibilidades y diversificaciones durante el trayecto. 



En esta columna repetimos de forma incansable que ser emprendedor es un estilo de vida. Pues cuanto más pasan los años, y más emprendedores surgen de capacitaciones y asesorías, más lo confirmamos. Ser un emprendedor significa que nunca más la persona dirá en voz alta “Busco trabajo”. En cambio, ya desde afuera de la matriz de producción tradicional, habrá una constante generación de materiales funcionales al proyecto. Incluso quienes sostienen que “no saben vender/venderse” pueden ser grandes emprendedores cuando aceptan la opción de aliarse a un par o experto funcional. Las alianzas estratégicas son, además, un aprendizaje de vinculación y de intercambio.

¿Qué es entonces emprender y constituirse en emprendedor? Es muy difícil que exista una respuesta única, pero, tal vez, pero no estaría mal indica que conocerse y respetarse sean una primera muy buena aproximación. Saber hasta dónde, hasta cuándo y porqué es la pista de despegue del nuevo productor independiente. Quienes decidan vivir en carne propia esta propuesta de autorrealización deberán estar dispuestos a atravesar la experiencia. Abandonar la búsqueda de repuestas absolutas y concretas dado que es muy difícil obtener esas respuestas, pero, en cambio, iniciar una vivencia única que vale la pena.


Hoy #HaceloPosible cumple un año. El motivo por el cual esta columna inició fue la constante llegada de personas valiosas que deseaban hacer un cambio en su vida. Hemos recorrido un camino juntos de mucho intercambio y generosidad. Esperamos que este círculo virtuoso no se detenga y esta comunidad sea cada vez más grande.

Fernanda Santágata

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