Ser emprendedor es dar un paso y luego otro y luego otro y
así en continuado. Parece una obviedad y una redundancia, es cierto. Pero no lo
es en absoluto. Quienes tienen la suerte de generar su propio camino, con
frecuencia, reciben consultas y la pregunta del millón ¿Y vos cómo hiciste? Así
nació esta columna hace un año, tal vez un poco más.
Existen tantos estilos de emprendedores como emprendedores mismos.
No hay ningún punto de conexión único que se pueda considerar universal. Ninguno,
salvo uno: El comienzo. La única forma de comenzar a emprender es con un primer
paso, al que seguirán otros y así se hará un camino. Esta afirmación no es, en
absoluto, una frase poética. Por el contrario, lo que los emprendedores necesitan
es un llamado a la acción. En el camino de la independencia gana el que se
mueve y el que produce. Si se tiene en cuenta que la vida del independiente es
un constante aprendizaje de errores (De los cuales luego sucederán grandes
reparaciones), entonces impulso no debe sufrir demoras.
El conflicto, muchas veces, está en el abismo. Quienes se
encuentran tentados de intentar una nueva forma de producción de vida no logran
visualizar como será su día a día si hacen la apuesta. Lo más probable es que,
incluso con una explicación ajena o con una propia figuración de la situación,
nada se parezca a lo esperado. Emprender es vivir una aventura que tiene muchas
posibilidades y diversificaciones durante el trayecto.
En esta columna repetimos de forma incansable que ser
emprendedor es un estilo de vida. Pues cuanto más pasan los años, y más
emprendedores surgen de capacitaciones y asesorías, más lo confirmamos. Ser un
emprendedor significa que nunca más la persona dirá en voz alta “Busco trabajo”.
En cambio, ya desde afuera de la matriz de producción tradicional, habrá una
constante generación de materiales funcionales al proyecto. Incluso quienes
sostienen que “no saben vender/venderse” pueden ser grandes emprendedores
cuando aceptan la opción de aliarse a un par o experto funcional. Las alianzas estratégicas
son, además, un aprendizaje de vinculación y de intercambio.
¿Qué es entonces emprender y constituirse en emprendedor? Es
muy difícil que exista una respuesta única, pero, tal vez, pero no estaría mal
indica que conocerse y respetarse sean una primera muy buena aproximación.
Saber hasta dónde, hasta cuándo y porqué es la pista de despegue del nuevo
productor independiente. Quienes decidan vivir en carne propia esta propuesta
de autorrealización deberán estar dispuestos a atravesar la experiencia. Abandonar
la búsqueda de repuestas absolutas y concretas dado que es muy difícil obtener
esas respuestas, pero, en cambio, iniciar una vivencia única que vale la pena.
Hoy #HaceloPosible cumple un año. El motivo por el cual esta
columna inició fue la constante llegada de personas valiosas que deseaban hacer
un cambio en su vida. Hemos recorrido un camino juntos de mucho intercambio y
generosidad. Esperamos que este círculo virtuoso no se detenga y esta comunidad
sea cada vez más grande.
Fernanda Santágata
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