Para muchas personas es una tradición que tiene que ver con el
orden de lo emocional y personal. Sin embargo, la famosa lista de deseos de fin
de año se vincula en profundidad con lo laboral y personal. Poder expresar en
palabras, más aún con el peso del texto escrito, los anhelos y las necesidades brinda
una proyección y dimensión real. Es importante poder dar a este ritual un
tiempo y un espacio acorde a la dimensión que tendrá el próximo período. Es frecuente
que, con el correr de los meses, las intenciones se diluyan y, por eso, es
bueno tener un documento propio al cual recurrir para retomar la orientación.
Cada quien sabrá cómo, cuándo y dónde es propicio confeccionar el listado y
cuanto habrá de cada porción de la propia vida en esa carta para el futuro. Lo más
importante es la honestidad y el compromiso con sí mismo para construir desde el
mismo momento en el cual se inicia la escritura.
Estos son los principales 6 motivos por los cuales realizar la lista
de deseos para el 2020 es un excelente plan para este final de diciembre:
1- Chequear metas:
El ejercicio de la escritura genera un planteo y replanteo que dará cuenta si
esos objetivos son los que verdaderamente se desean o si hay que considerar una
vez más el tema. Es buen punto tomar en cuenta si son posibles en los próximos
12 meses o si hay que establecer otras cuestiones primero. Un análisis en
detenimiento y con la serenidad que otorga la anticipación es una buena base
para la lista de deseos.
2- Ordenar las
prioridades: El año tiene 12 meses y, por tanto, no todo tiene que ingresar en
el primer semestre. Ubicar cada meta en un momento del año es una buena
estrategia. Muchas veces algunos objetivos son la antesala para los siguientes.
De a un paso a la vez para completar el círculo.
3- Generar puesta
en marcha: La escritura y, sobre todo, la lectura, genera un llamado interno
hacia la acción. La lista de deseos es, más que una suma de anhelos, un
estímulo desde el interior para auto invitar a la ejecución de los hechos. El entusiasmo
surge de inmediato cuando se puede expresar lo que grita el interior.
4- Verificar
que salió mal: Una vez iniciado el período puede surgir la sensación de frustración.
En ese caso se puede retomar el listado y corroborar como va el cumplimiento de
metas. Es una buena hoja de ruta para utilizar como mapa en caso de necesitar
orientación durante el año.
5- Celebrar los
logros: Festejar y agradecer los objetivos cumplidos es parte fundamental del
proceso de crecimiento. Incluso brindarse premios y recompensas. Para poder
tener presentes cuales fueron los desafíos es importante no olvidarlos y la
escritura asegurará que se mantengan al alcance de la mano.
6- Recalcular el
2021: Cada diciembre, el listado anterior será el precedente para el próximo
ciclo. Así, cuando finalice el próximo período, se podrá hacer una evaluación más
acertada y justa de como fue la performance 2020. En ese momento, habrá una
nueva lista por hacer que, sin dudas, será más eficiente con su antecesora como
símbolo del esfuerzo y enfoque sostenido durante 12 meses.
F Fernanda Santágata