La planificación diaria, mensual y anual es la columna
vertebral de un emprendimiento con expectativas de futuro. Para cosechar éxitos
hay que verificar que pasos dar y anticiparse a la acción de forma permanente.
Sin embargo, a la hora de planificar muchos emprendedores no saben como
organizar su forma de pensamiento. Más aún, cuando se trata de equipos en los
que más de una cabeza toma las decisiones, hablar de planificación y estrategia
puede sonar engorroso cuando, en realidad, no lo es. Por el contrario, el orden
y las coordenadas planeadas con anticipación colaboran a una gestión más
eficiente. Desde luego, cuando se habla de eficiencia, en el fondo, se habla de
crecimiento y ganancias para todos.
Estos son tres niveles de planificación sugeridos por
expertos en emprendedurismo que son muy fáciles de interpretar y poner en práctica:
1 – Planificación Estratégica: A largo plazo. Se trata de
pensar a donde se quiere llegar dentro de 5 años. Siempre es difícil este paso
porque pensar en el futuro da miedo. El plazo corto es lo que se puede ver con
más facilidad, mientras que el más lejano produce vértigo y requiere capacidad
de visualizar hechos aún no proyectados. Para efectuar una correcta planificación
estratégica hay que pensar en situaciones factibles, posibles, manejables y en
los períodos internos de las acciones. El plan consiste, ni más ni menos, en
llegar al punto deseado sin fracasar en el camino. Este primer paso reduce la
frustración ya que reduce el margen de error.
2 – Planificación Táctica: Es el orden de los recursos y
puesta en marcha antes de la salida al mercado. Es el momento de la gran
pregunta ¿Cómo lo hago? En esta instancia se deben tomar decisiones. Quién estará
a cargo de cada parte del trabajo, a dónde se realizarán las tareas, quiénes
estarán involucrados, cuánto dinero hay que invertir y cuáles son las opciones
alternativas. Si se trata de un equipo de un solo individuo, corren las mismas situaciones
que se resolverán, ya sea consigo mismo o con las partes que se tercerizarán.
3 – Planificación Operativa: Diagramación de la dinámica
diaria del equipo y el trabajo. Políticas internas y externas del
emprendimiento y elección seleccionada de socios estratégicos. Calendarios,
estacionalidad, características y detalles exclusivos de ese negocio en
particular que darán forma al proyecto. Todo esto forma parte de la
planificación operativa que estará en concordancia y coherencia con las
anteriores planificaciones estratégicas y tácticas.
Esta es la última sección de #HaceloPosible de Junio. El
desafío, para todos, es comenzar a planear el 2019 con estrategia y
planificación. Siempre un paso adelante, y uno por vez, camino a los sueños de
emprender…
Fernanda Santágata
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